viernes, 8 de mayo de 2009

La cueva

Hoy es uno de esos días en los que te gustaría encontrar un agujerito donde esconderte y ver como la vida pasa sin ti y sin que nadie se pregunte donde estás.

Tu cabeza se ve bombardeada por múltiples recuerdos...buenos y malos, pero que conducen todos a la misma situación..

Llueve...truena...no hay paz tampoco afuera.

Quieres correr pero no puedes. Buscas refugio pero no lo encuentras, todas las puertas a las que llamas están cerradas, parece no haber vida dentro.

Te metes dentro de la primera cueva que encuentras, sin mirar que hay dentro. Al menos ahí el chaparrón no puede entrar.

Pero empieza la segunda parte. Recuerdos de un ayer mejor. Recuerdos de lo que hace un tiempo atrás, cualquier día como el de hoy, hacías.

Palabras, gestos...en definitiva risas y felicidad.

No sabes ya que te atormenta más.

De repente alzas la vista y ves que alguien te observa. Un rostro que no te resulta desconocido, pero que para tu sorpresa, cuando se da cuenta de que tienes los ojos húmedos y cansados, decide mirar hacia otro lado y salir del refugio.

Gritas, pero tu voz no tiene la suficiente fuerza, o eso crees, para que te oiga.

Te das por vencido. Agachas la cabeza y decides, que esa cueva, tal vez sea el mejor sitio para vivir el resto de tu vida.

jueves, 9 de abril de 2009

te echo de menos

dos meses...justo dos meses. Pero hoy estás muy cerca. Ya he tenido valor. He recuperado esa grabación, la única que conservo...y te estoy escuchando.
No eran entrevistas de las normales. Que bien lo pasamos aquel día. semana santa, yo que quería hacer cosas diferentes en la radio y vaya tu si lo conseguimos.
Conseguí imaginar esas flores que buscabamos en la ruta hasta la montaña mágica. Conseguí saborear el almuerzo en la font de l´Alforí. Percibí los olores de una primavera que empezaba...me sumergí en aquellos paisajes.
Creo que igual que yo, lo hicieron los oyentes.
Mañana un año y unos días después, justo cuando se cumplirán dos meses de tu partida, haré lo mismo. Programas de radio diferentes. Planes de Semana Santa. Opciones ociosas para tanto día de fiesta.
Todavía estoy pensando que haré cuando llegue la hora de ir a buscar el lirio de nieve. Que hago? comparto mi pequeño tesoro con los demas? busco alguien que nos lleve al mismo sitio por ti?
una parte de mi me pide que comparta el momento del año pasado. La otra me hace ser egoísta...pero no se si soy capaz de sustituirte.
Se que estarás mirando, escuchando y sacandome de apuros cuando en antena, en directo, algo falle.

No se que haré mañana, Papá. Pero si que te puedo decir lo que haré el sábado. Me ire con Pedro, el tío Pedro, hasta Sant Miquel. Plantaré tu pino para que dentro de un par de semanas, cuando els peregrins de les Useres hagan su parada de rigor, estés allí, como cada año, dándoles la bienvenida y callando a todos aquelos que rompen el silencio y la magestuosidad del momento.
Si es preciso, rememorando la ruta del año pasado, almorzaré en el Alforí o en Ca Ramón. Brindaré por ti.
Solo quiero un favor a cambio. Sigue enseñandome la luz y sigue dandome tu mano para ayudarme a levantarme. Sigo notando tu fuerza, pero quiero pedirtelo una vez más para que no lo olvides, igual que yo no olvido el ultimo TE QUIERO (si, con mayusculas) que de mis labios se escapó solo para ti.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Recuerdos.

Era un día de Agosto cuando cambió todo. Recuerdo que estabamos mi pequeño, mi padre y yo, sentados cerca de la playa cuando la llamé. Mi propósito era pedirle un teléfono para “volver” al periodismo. 

Ella me contó que había montado una empresa de comunicación, allá donde cristo no perdió nada porque nunca llegó y que estaba buscando a alguien...aquello me pareció de locos. Veía la imagen de mi misma, con mi pequeño, que entonces tenía un año y medio, perdidos en aquellas montañas, sin conocer a nadie y lejos de nuestra gente.

Tan descabellado me pareció que le dije que suerte con el proyecto. Se lo dije a mi padre, le conté la conversación y fue el quien me dijo aquello de que de vez en cuando hay que cambiar el rumbo y que dados los últimos acontecimientos en mi vida personal, tal vez era lo que necesitaba.

Volví a hablar con ella. Total, por ir y ver, no perdía nada...era una especie de decir “vale va, Papá, vamos, vemos y decidimos” pero totalmente convencida de que aquello no iba conmigo.

Cogimos el coche, un soleado día de septiembre. Los dos, montañas arriba hasta llegar a Vilafranca. Ese día cambié mi vida. Una vez más él supo lo que era mejor para mi.

Hoy, tres años después sigo agradecida por haberme abierto los ojos. Pero hoy, tres años después, necesito su luz para seguir adelante. 

Creo que he encontrado esa luz. Solo me falta saber, la forma de llegar hasta ella.

viernes, 20 de marzo de 2009

Nuevas circunstancias.

Después de mucho pensar he decidido que el anterior blog, Memorias de Una exiliada en la montaña, "medio cierra".

Me explico. Las últimas entradas escritas aquí, han cambiado por completo la filosofía con la que fue concebido dicho blog y, dicho sea de paso, la filosofía de una servidora.

Soy incapaz de, después del pequeño homenaje a mi padre, escribir sobre política, problemas montañeros, historias del trullo, etc. Claro que he tenido la tentación de publicar entradas!! pero no me parece normal hacerlo allí.

Es hora de cerrar un página y empezar un nuevo capitulo. Las memorias de entonces, allí se quedan y guardo ese blog para los pequeños homenajes a mi padre, mi gente...en definitiva...como un rinconcito más íntimo y personal.

Desde hoy, empiezan "Las nuevas circunstancias". 

Os espero en

http://nuevascircunstancias.blogspot.com

lunes, 2 de marzo de 2009

Mi sueño

Son las 9 de la mañana. Suena el telefono...”Felicidades!!!” todos los años igual. Mi respuesta “Y tu que los veas”.

Cada 5 de marzo el mismo ritual, a la misma hora, las mismas palabras.

¿Qué pasará este año?

Me quedaré como una boba mirando el telefono, esperando que suene, esperando oir su voz. Esperando despertar de un mal sueño. Abrir los ojos, oir el telefono y darme cuenta de que durante todo este tiempo he estado dormida, teniendo una horrible pesadilla.



Soñar es gratis y ese es mi sueño de hoy.

Quiero oirle, verle, tocarle. Quiero que me llame, que me de sus consejos, que me eche la bronca que me merezco, que me ayude a abrir los ojos.

Quiero abrir los ojos de verdad, olvidar este mal sueño. Comprobar que todo sigue en su sitio y que el nunca se fue.



Pasará el día y todo seguirá igual. Ire donde voy cada mediodia a hablar con el, con la intimidad que dan las paredes de una ermita. “Escucharé” su voz, notaré su presencia...tratare de oir entre susurros sus sabios consejos y llevarlos a la practica. Pero por mucho que mi oido alcance a oir aquello de felicidades...no se si seré capaz de decir un año más, y tu que los veas.



Los verás, estoy segura, desde el cielo. Pero no será lo mismo.



Mi deseo, que vuelvas y seas mi regalo de cumpleaños.

jueves, 19 de febrero de 2009

Carta a mi Padre


Querido Papá

Hace ya unos cuantos días, que en silencio, nos dijiste adios. Te fuiste, a tu manera, con tu sonrisa seria. Embarcaste en un viaje del que se que no volverás. Pero para mi nunca te fuiste.
Se que estás cerca de mi. Lo siento cada vez que necesito un abrazo, una palabra de ánimo, un "saldremos de esta".

Han pasado algunas cosas desde tu adios. El pequeño Carlos, el varoncito de la familia, se ha hecho "mayor". Cuatro añitos. Sigo recordando, cada 17 de febrero, de madrugada, esa cara que se te puso cuando viste por primera vez a tu único nieto varón. Claro! esos ojos imponían...tan pequeño, tan frágil...y con tantas ganas de comerse el mundo. 
Decía Carlos ayer, que se va a ir a una montaña muy alta, hasta que vayamos a Peñagolosa., para gritar muy fuerte "weloooooooooooooo ya soy mayor"...y lo es, a su manera entiende tu adiós.

El día aquel que te dijimos adiós para siempre, fue mucha la gente que se quiso sumar a nosotros, en tu ultimo viaje. Sé, que desde tu nuevo "hogar" lo habrás visto e incluso tu, te habrás sorprendido.

También imagino que sabrás que te dedicaron dos programas de radio. Uno, ese que te hacía reir tanto por las noches, que me enseñaste su existencia cuando no podía dormir (que paradojico, primero yo, después tu). Supogo que tu lo escuchaste antes que yo pero apuesto a que te reiste muchisimo!!. Si es que al final, como siempre, tenías razón, Arturo, es Arturo (gracias guapo!!)

Este lunes volví yo al trabajo. Lo siento, pero en cuanto me puse al microfono se me escaparon las lagrimas. Pero iba por ti, como siempre. Aunque he de reconocer que cuando mis ojos se llenaron de lagrimas, esperaba que llegara una llamada tuya diciendome que estabas en "mi zona" con "tu unidad" cuidando de nuestras montañas.

Seguiré esperando esa llamada, esa señal, que me confirme que estás aquí, aunque yo se que lo estás.

Peñagolosa...Sabes? está más alta estos días. Mi hermana y yo creemos que es porque hace puntillas para estar un poco más cerca de ti. Siempre he tenido celos de Peñagolosa...lugar magico, eh? El otro día hable con Pedro. Sigue guardando esos arboles que teníamos pendiente ir a plantar a Sant Miquel, para reforestar la zona quemada. Pero ha decidido cambiar el tuyo. Será un pino, está precioso. Lo plantaremos allá donde "els Pelegrins" hacen un alto. Allí donde los participantes de la marato i mitja, toman un respiro. Tienes que estar atento, que pararan y te dirán eso de "Vicent, Bon día...que bonica tenim la muntaya avuí". Ya me lo contarás.

Luego iremos a Peñagolosa, para que el grito de Carlos lo oigas bien. Y de allí, ya sabes donde hay que parar, verdad? no me gusta el carajillo, pero esta vez, cuando vayamos a reponer fuerzas al Alforí, te prometo que me tomaré uno a tu salud, por ti.

Creo que te he contado "casi" todo lo que quería contarte. La otra historia que teníamos a medias cuando te fuiste, me la guardo para esta noche, para cuando me vaya a intentar dormir. Tú ya sabes de que va y yo, seguiré esperando que me digas que debo hacer.

Te quiero papá.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Papa

El...con él aprendí todo lo que se. Era, y no es un tópico, el padre más maravilloso del mundo. Con sus manías, sus bromas a veces un poco bestias...pero era EL.

Siempre con una palabra amable para todo el mundo. Siempre más cerca del débil que del fuerte. Siempre con su caracteristica sonrisa seria en la boca.

Solo mirandote a los ojos él sabía si estabas contento o triste. No había manera de engañarle.

Adoraba la montaña. Allá donde iba, le querían. 

Lo hemos podido ver estos días, mientras estabamos en el hospital, que era más la gente joven que "mayor" la que venía a verlo y a decirle "Vicent, que el Peñagolosa ens està esperant".

Como he dicho antes, adoraba la montaña. Pero sobretodo, Peñagolos "el tejo" y la serra d´Irta...el Desert...la pujada al Bartolo...la cursa de Borriol, la de Benassal, la Vilavella, Vilafamés, la Marato i Mitja...y tantas otras que no me caben, pero si le decías a él "Papa, quina es la que més t´agrada?" el no elegía ninguna...todas le gustaban por una cosa o por otra, pero sobretodo, por la gente, las personas, que en el camino se encontraba.

Desde donde esté...seguirá haciendo sus marchas, seguro...si no hay montañas, como constructor que fue, las "construirá". Verá sus partidos de fútbol, seguro que ya ha encontrado compañeros de tertulias con los que comentar "la vida"...

Papa...allà on estigues...gracies per tot el que ens has donat durant tots aquestos anys...gracies per ensenyarme tot el que se...gracies per soportar a la teua filla maniatica. Només Gracies per tot. Te vullc.

Marian.