Mostrando entradas con la etiqueta robar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta robar. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Mi Carro me lo Robaron


Hace tiempo sorprendía a mucha gente en las grandes ciudades el hecho de que en pueblos de interior, cuando se detecta la presencia sospechosa de algun individuo suene por todo el pueblo aquello que canta Manolo Escobar, "mi carroooo me lo robaronnnnn..." 

Más que la canción yo apuesto a que sorprende más la forma en la que todavía se vive en los pequeños pueblos. Todo el mundo conoce a todo el mundo. La puerta de casa se deja abierta estés dentro o no estés. Incluso si una noche, por descuido y/o error dejas el coche abierto, puedes estar tranquilo que al día siguiente todo estará en su sitio.

Pero la vida cambia. Para bien o para mal, pero cambia siempre. 

Las puertas abiertas día y noche pasaron al reino de la utopía hace muchos años. Aquí, las gentes que todavía mantienen esas costumbres, están ya pensando en resignarse y rendirse a la evidencia de que la vida cambia.

Esta misma semana, llegó hasta Benassal una gran furgoneta blanca. De ella bajaron un grupo de unos 7 individuos de étnia gitana acompañados por sus "churumbeles" (que nadie coja esto de forma despectiva). El objetivo era "mendigar" por las calles del pueblo.

¿Qué porque he puesto mendigar entrecomillado? muy simple. Su forma de mendigar era más que curiosa. Se acercaban a toda persona andante para "pedir" pero nada de por favor. Con amenazas e intimidando al personal. Incluso al Señor Cura. A la Iglesia se fueron a pedir caridad pero no les debió parecer suficiente lo que el parroco les ofrecía puesto que tampoco se libró de sus amenazas.

Los vecinos, asustados, procedieron a llamar a la benemérita, que actuó con celeridad y se llevó a los individuos que fueron localizados "ipso facto". Claro está, con la documentación en regla, sin antecedentes y aparentemente sin haber cometido delito alguno, poco más podía hacer la guardia civil y los "soltó".

Curiosamente, en la noche de ayer, alguien debía tener excesivo frio en Villafranca. Otro de esos lugares donde muchos se resignan a creer que los tiempos cambian. Es frecuente ver como en más de un comercio se quedan objetos en la calle a mediodía y por la noche sin que nada pase. Hasta que pasa.

Decía antes que alguien debía tener mucho frio anoche. Como de costumbre uno de los comercios dejó algunos objetos en la calle. Dos estufas, de esas de foja de hierro que cuatro euros no valen precisamente. Esta mañana ya no estaban.

Más de uno estaba relacionando lo ocurrido en Benassal con la desaparición misteriosa de las estufas. ¿Casualidad o coincidencia? Quien sabe. Lo que muchos tienen cada vez más claro es que la vida, queramos o no, cambia. 

¿Evolución, dice usted? yo creo que no.