miércoles, 21 de abril de 2010

21 de abril

Empiezo a escribir porque la ansiedad y la rabia pueden conmigo. No, no iba a hacerlo, pero lo necesito. Tampoco se muy bien como terminarán estas líneas que ahora mismo no tienen nombre.
Confié en ti ciegamente. Me "vendiste" un montón de ilusiones, promesas y lo que yo creía sentimientos.
Desblindaste mi celda y me desmontaste unos esquemas sólidos y unas ideas claras con argumentos y gestos que yo creía reales.

Me repetí a mi misma hasta la saciedad de que tú eras diferente. Te defendí mil veces cuando tuve que hacerlo. Te justifiqué...pero me fallaste.
Me has tenido engañada hasta el final. Si no llega a ser porque hay gente que me quiere, jamás me hubieras dicho el juego que traías entre manos.

No, eso no se hace. No se juega con los sentimientos de la gente. No se manipula a a las personas.
No querido, te has equivocado.

Te lo di todo, te abrí mi corazón, te di el poco cariño que me queda por dar y tu me lo pagas de la forma más rastrera posible. Engañándome. Utilizándome.

Tengo mucho rencor ahora mismo. Estoy muy cerca de odiarte como odié en su día a quien me anuló como persona. Pero tranquilo, que no lo mereces.

Tampoco mereces que te desee suerte y felicidad en el futuro, pero te lo desee porque yo no soy carroña como tú.
Espero que eso de que "al primer fin de semana que pueda, voy" sea otra de tus mentriras. Pero si no lo fuera, hazme un favor. No me llames, no me busques y si por uno de esos accidentes de la vida va y te cruzas conmigo, no me mires a la cara y ni por educación me saludes.
No, no puedo decir que fué un placer coincidir contigo en esta vida.

miércoles, 7 de abril de 2010

Seguridad???


Otra vez la misma historia...el año pasado en invierno, ahora en primavera. Pero la misma historia. Robos, robos y más robos. Otra vez la sensación de que estamos abandonados, sin protección.

Tenemos los que tenemos, se cerraron cuarteles en otras poblaciones, todavía más pequeñas que Morella y Vilafranca...y así nos va.

Claro, tantos guardias por cada mil habitantes...ya
Pero está visto que a nadie le entra en la cabeza de que aquí, más que unos pocos miles de habitantes, son muchos kilómetros cuadrados.

Tampoco entra en la cabeza que los pocos que hay se ponen enfermos, descansan, cogen vacaciones, hacen cursos de formación...y nadie viene a sustituirles.

No entra en la cabeza que los pueblos son pequeños pero que hay mucha población dispersa en el amplio y abrupto territorio...y los amigos de lo ajeno, campan a sus anchas. Son más, les vigilan, saben los turnos de los pobres guardias mejor que sus propias parejas...y asi nos va.

Si ya te pones a ver donde viven...te dan ganas de echar a correr, lo más lejos posible. En el cuartel de Vilafranca, por ejemplo, no se atreven a vivir ni las ratas. Creo que ya alguna vez dije que hasta cuando hay niebla, tienen goteras.

El de Benassal, algo más nuevo, tiene mil y una deficiencia...pero más decente y habitable que el de Vilafranca si, pero no me imagino al ministro del interior viviendo allí. Eso si, en Morella están haciendo uno nuevo...¿estamos salvados? lo dudo.

Hace falta mucho, más guardias, más medios, mejores infraestructuras...el otro día tomando café hablabamos del tema...ves la patrulla y te siente más seguro...bueno, no todos, el que algo tiene que esconder se pone a temblar...pero gusta verlos por las calles.

Dado que se nos niega que estamos sufriendo más robos que nunca (tres y cuatro pueblos visitados por los cacos en una sola noche) y se nos niega la mejora de infraestructuras y la mejora de las plantillas existentes, los que aquí todavía habitamos, hemos decidido no quedarnos quietos.

Se ha formado un movimiento social, harto de todo, se ha empezado una campaña de recogida de firmas reivindicando o que creemos justo, incluso se han aprovechado las redes sociales y cada día son más las personas unidas a la causa que pide más seguridad aunque seamos pocos los que aquí habitamos.

Porque creemos que es justo. Creemos que si llegado el momento nuestro dinero es igual de bueno para pagar impuestos que el dinero del que vive en las grandes ciudades, tenemos el derecho a los mismos servicios y a la misma protección.

Basta ya de sentirnos el culo del mundo. Hoy, estamos cansados de ser ciudadanos de segunda.