
No. Hoy no toca hablar de Zapatero, ni de ministros, ni de politicos, ni de ventiladores ni de reivindicaciones sanitarias o de carreteras. Primera vez (y espero que última) que uso mi ventanita para hablar de mi misma.
Estoy completamente paranoica. Y nadie me entiende.
Es un aroma...no, es un olor. Todo me huele a militar.
Esto no es una coña ni nada por el estilo. Creo que tiene su porque.
Después de compartir mi vida durante un tiempo con un guardia civil...esos uniformes tienen un olor. No es perceptible por todo el mundo. Hay que convivir con él mucho tiempo y después dejar de hacerlo para saberlo. Y ahí viene la mi estado paranoico.
3 años despues de mi separación, hoy he descubierto ese olor. No huele a naftalina. No es agradable ni desagradable. Es único. Huele a militar.
Han venido un par de militares a la radio. De estos de la Unidad Militar de Emergencias. Muy agradables, la verdad. Accesibles también a la hora de que compartan su labor contigo. Nada facil a priori teniendo en cuenta que para conseguir una entrevista con un guardia civil, casi tienes que pedirle audiencia al Papa.
Han venido y se han ido. Ha sido ahí, cuando se han ido, cuando he descubierto el olor.
Se lo he dicho a Montse y a Lluis P.. Ella estaba en la radio. Él ha pasado medio día con ellos. Solo yo he notado el olor.
Es fuerte. Ahí ha empezado mi estado paranoico. Solo lo notaba yo.
Luego pensé. Tranquila, cuando salgas de la radio y te vayas a casa, desaparecerá.
No. Sigue ahí. Todo huele igual. Huele a militar.
Siento este tostón de entrada. Si alguien ha tenido algun tipo de estado paranoico como este, agradeceré el consejo.
De momento, gracias a Luis R. por ayudarme a encontrar una foto para ilustrar este sentimiento paranoico.