jueves, 12 de noviembre de 2009

portazos

Hoy he pensado mucho sobre el tema. Será que las televisiones, los anuncios, las noticias, acaban calando.

Recuerdo perfectamente el día que dejó de mirarme a los ojos. Recuerdo que después de eso, vinieron las miradas de desprecio e incluso asco. No puedo olvidar el día que dejó de besarme.

Recuerdo el día en el que dejó de darme los buenos días. Después llegó el día en el que no se sentaba conmigo en la mesa.

Recuerdo como trató de cumplir el expediente cuando nació su hijo. No soy capaz de olvidar como cada uno de los desprecios que me había dedicado, se los empezó a dedicar al niño desde el primer momento en el que llegamos a casa.

Por el contrario no recuerdo el día que empecé a ver todo aquello como normal. Como me sentía culpable de aquella situación. No recuerdo cuando empezó a cargarse mi autoestima. Tampoco recuerdo cuando empecé a perder peso como una animal hasta quedarme casi en el chasis porque pensaba que el problema era otro.

No soy capaz de acordarme de cuando fue el día en el que empecé a culparme porque mi marido hablaba con todo el mundo menos conmigo y con quien tuviera algo que ver conmigo. Preferia a los desconocidos. No se cuando empecé a ver aquello como normal ni tampoco cuando perdí mi sonrisa.

Tampoco recuerdo porque me creí que los atentados que cometió contra si mismo eran por mi culpa. O si, espera, eso si. Fue un médico el que me culpó.

Empiezo a recordar el día que dije basta. No dejé de culparme, porque eso me costó mucho más. Pero vi que no podía aguantar más aquella situación...por primera vez en mi vida, le engañé y me fui...

Di el portazo de mi vida, con mi bebe en brazos, creyendo encontrar apoyo. No fue fácil. Al principio solamente encontré reproches. Tampoco yo nunca dije porque había dado aquel portazo.
Tonta de mi intentó reconducir la situación, buscar una solución. Pero no la había.

Hoy veo lo tonta que fuí. Hoy me arrepiento de no haber pegado aquel portazo antes. Muchos miedos me hubiera evitado. Ahora, tengo que empezar de cero.

Pero yo, puedo empezar. Otras personas, no tienen la misma "suerte".